El amor, la fe, los valores son un hermoso legado...
Alfonso falleció tranquilo en su casa con su familia el 15 de Agosto del 2019. El nació en Tunja, Colombia; uno de los ocho hijos de Felipe y Soledad Ríos. Desde temprana edad Alfonso fue muy apasionado por su familia, la música y las matemáticas. Su vida es un maravilloso ejemplo de lo que significa tener un corazón alegre y generoso.
Alfonso se casó con Lucy, el amor de su vida. Al mismo tiempo decidió estudiar ingeniería eléctrica y tuvo la bendición de ser parte de un programa de intercambio de estudiantes entre la Universidad de los Andes y la Universidad de Illinois. Lucy y Alfonso vivieron en el campus de Urbana-Champaign hasta que el recibió su título de ingeniero electricista. Ambos apreciaron mucho su experiencia en los Estados Unidos, especialmente la amabilidad y el cariño que recibieron de las personas que conocieron, muchos de los cuales fueron amigos de por vida.
Alfonso y Lucy se regresaron a Colombia, donde Alfonso comenzó su carrera como ingeniero eléctricista. Años más tarde recibieron con mucho cariño y felicidad a su única hija, Ana Patricia.
Al comenzar su vida en Colombia, el matrimonio de Alfonso y Lucy se fortaleció con el tiempo por su mutuo amor incondicional, respeto intelectual, ética de trabajo y compromiso de ayudarse para ser los mejores padres que pudieran ser para Patricia. Alfonso siempre estuvo muy orgulloso del espíritu emprendedor de Lucy y su disciplina de ahorro para invertir en construir casas y ahorrar para la educación de su hija. La fe cristiana que compartieron Lucy y Alfonso fue el foco de los valores que le enseñaron a su hija. Los Domingos siempre fueron días alegres centrados en ir a la iglesia y compartir tiempo en familia escuchando vallenatos.
Desde temprana edad, Alfonso fue bendecido con el don de la música. El aprendio a tocar al oido varios instrumentos hasta dominar el acordeón y la armónica. Con el tiempo, Alfonso llego a ser un extraordinario músico, especialmente de Vallenatos, tocando el acordeón, la armónica, las maracas, la guacharaca, la batería y también cantando. Su hija lo llamaba amorosamente "mi cajita de música". Durante los fines de semana Alfonso llenaba su casa de alegria tocando y cantando paseos vallenatos. La gente de la costa de Colombia quedaba sorprendida por el talento vallenato de Alfonso; nunca esperado de una persona del interior del pais.
Alfonso trabajo para la Empresa de Energia Eléctrica por cinco años desde que llego de la Universidad de Illinois y luego comenzó su propia compañía de ingeniería. Lo más destacado de esta nueva etapa de su profesion fue llevar electricidad a los pueblitos por varias zonas de Colombia. La gratitud y la alegría de las personas que nunca habían tenido energía eléctrica en su hogar tocaron profundamente el corazón de Alfonso.
Más adelante en su carrera Alfonso acepto la oferta para trabajar de nuevo en la Empresa de Energia Eléctrica donde fue parte de la junta directiva y Gerente de Operaciones. Durante su carrera, Alfonso siempre saco tiempo para guiar y acosejar a la nueva generación de ingenieros y trabajadores que formaban parte de su equipo. Su etica professional, valores y liderazgo son parte de su hermoso legado, especialmente el carino y consjos que compartio con sus trabajadores.
Alfonso fue un gran padre, esposo, suegro, hijo, hermano, mentor, ingeniero, amigo, tío y jefe. Su espíritu alegre, aprecio profundo por el tiempo con sus seres queridos y pasión por la música lo acompanaron hasta su último día en esta tierra. El 15 de Agosto Alfonso tocó su armónica maravillosamente, nos hizo reír y nos dio su abundante amor llenando nuestros corazones de alegría.
Alfonso fue precedido en la muerte por su amada esposa Lucy en el 2013. Le sobreviven su hija Patricia y su yerno Daniel, junto con sus hermanos Manuel y Carlos, numerosas sobrinas y sobrinos (entre ellos Gustavo, Martha, Helena, Clara, Pilar, Isabela, Juanita y Luis Felipe) y amigos muy queridos de la familia (Betulia, Claudio, las familias Chinchilla y Castellanos).
Alfonso tuvo la bendición de tener un maravilloso equipo de compania, Nidia, Carmen, Sandra, Hulda, Rosario y Elka - gracias por su amor y la bella forma de acompanar y cuidar a Alfonso. Uds. son las manos de Dios en este mundo.
Patricia y Daniel tambien están profundamente agradecidos por la guia espiritual que ellos y Alfonso recibieron de Frank Vanderzwan, el pastor de la familia. Además, estamos agradecidos por la atención médica que Alfonso recibió de Stanford y de hospicio, especialmente por la atención brindada por Courtney y Marina.
Donaciones a nombre de Alfonso pueden ofrecerse al Plan Canitas –
https://www.fundacionprovida.org/aporta-mas-sonrisas/
El amor de Alfonso vive en nuestros corazones…
La vida de Alfonso nos deja semillas de abundante amor, alegria y sabiduria. El legado de Alfonso siempre vivira en el corazon de las personas con quien el compartio su fe, sus valores, aprecio consejos y musica. Alfonso es un tesoro en nuestros corazones.